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Infinity Hill: ‘La pandemia ratificó que la industria de contenidos es a prueba de recesiones’
El Covid-19 condicionó la actividad de las productoras audiovisuales, pero no las detuvo. Infinity Hill de Axel Kuschevatzky (Los Angeles), Phin Glynn (Londres) y Cindy Teperman (Buenos Aires) irrumpió este año la escena global con la serie Staged para la BBC. La productora por dentro, próximos proyectos y futuro de la industria en este reportaje exclusivo.Axel Kuschevatzky y Cindy Teperman definieron a la productora lanzada en noviembre 2019 como una sociedad ‘diversa y ecléctica’, lo que le permite tener miradas ‘complementarias’ desde diferentes sitios geográficos. Infinity Hill tenía buena parte de su line up listo para llevar adelante en 2020 y, si bien el Covid-19 detuvo sus planes de producción, no así su ambición de crecimiento.
Teperman señaló: ‘Como el resto del universo, estamos recalculando fechas y métodos para retomar filmaciones. Tenemos una docena de proyectos en diferentes etapas, esperando que los protocolos estén establecidos. Por otra parte tenemos finalizada Doorman, una película de acción protagonizada por Ruby Rose y Jean Reno, Nasha Natasha un documental con estreno mundial en Netflix sobre una increíble gira de Natalia Oreiro en Rusia y nuestra primera serie de TV, Staged, que lideró el prime time de BBC One’.
‘Nos seducía la idea de poder ser flexibles y adaptativos: una serie de TV con Michael Sheen y David Tennant, un film en México con Rob Schneider, un largometraje en Camboya con Alex Pettyfer, una ópera prima en Venezuela y una película en Argentina con Ricardo Darin. Podemos pasar de proyectos de escala grande a historias mínimas, de films de género a obras autorales, de estrellas de Hollywood a actores desconocidos. Creemos profundamente en la coexistencia de proyectos absolutamente diferentes y sentimos que es un plus que no se ve tradicionalmente en el mercado, donde las compañías tienden a ser más rígidas. Somos multiculturales y amamos la diversidad’, agregó Kuschevatzky.
La repercusión mundial de Staged estuvo dada por la pantalla que eligió emitirla, pero también por ofrecer un concepto simple. ‘Estábamos todos encerrados, frustrados y Phin propuso hacer una serie que se pudiese grabar con celulares y Zoom. Se lo planteó a Simon Evans, un director de teatro británico con quien venimos trabajando. Se elaboró una premisa muy simple: una serie corta sobre un director tratando de ensayar online una obra durante la pandemia’, resaltó el reconocido productor.
Teperman añadió que, a partir de eso, ‘todas las piezas fueron ordenando’ y se llegó a un elenco con actuaciones especiales de Samuel Jackson y Judi Dench. ‘BBC tomó el proyecto inmediatamente y al mes estábamos al aire. La repercusión fue tan fuerte que a las dos semanas de terminada la temporada la cadena comenzó a repetirla nuevamente, con más de dos millones y medio de espectadores por capítulo y críticas increíbles en todos los medios británicos’, completó.
Nasha Natasha, documental para Netflix sobre una gira de Natalia Oreiro en Rusia
‘No estábamos preparados para una recepción así y claramente ocurrió por la química y la enorme creatividad entre los actores y Simon’, subrayó Kuschevatzky, quien aclaró que, más allá los recursos, el suceso se debe a que Stage estuvo en “la primera ola” de ficciones en cuarentena, que fuese comedia, que no se nombrase al Coronavirus en ningún episodio, que los capítulos fuesen cortos y que, siguiendo la tradición de la TV británica, tuviera sólo cuatro capítulos.
Sobre la industria audiovisual y sinergias del cine y TV, Taperman y Kuschevatzky comentaron: ‘Siempre hubo vasos comunicantes entre ellas; no es cierto que funcionasen como entidades separadas. Son las historias las que marcan el juego. Hay narraciones que funcionan mejor en televisión a lo largo de múltiples episodios y otras que se benefician de la gran pantalla y de durar sólo dos horas. Después, lo más importante es el talento para narrar y eso no está atado a ninguna plataforma específica’.
¿Qué debemos esperar a futuro? ‘La pandemia ratificó que la industria de contenidos es a prueba de recesiones y a la vez aceleró el lugar de las plataformas bajo demanda. Pero también mostró un mercado maduro: el público elige muy bien qué consumir, no todo le da igual. El boom de series nórdicas, españolas y británicas señala que las audiencias están ávidas de contenidos locales pero no localistas, que las narraciones tienen que ser emocionantes en cualquier formato y que tienen que trascender a su público primario en su país de origen. Al mismo tiempo debemos ser cautos: la crisis es una transición y no necesariamente todo lo que funcionó en la pandemia funcione después. La industria está en una era extraordinaria que seguramente nos va a seguir sorprendiendo’.